Tal vez el día se nos acabe,
la noche nos alcance
y descubramos
que todo fue un sueño.
Que tus labios no rozaron los míos
que no caminamos de la mano
como caminan los amantes,
que no vivimos una vida
mirando la misma luna
persiguiendo los mismos sueños.
Que mi piel no se fundió con la tuya.
Que tu boca y la mía no se conocieron.
No, no fuimos fuego ni éxtasis...
O quizá mañana nos alcance el amanecer
Y nos descubramos una vez más...
Sara Gómez Mendiguchia
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