Cae la noche sobre mi
y va desapareciendo mi sombra
y la oscuridad penetra en mi alma
como agujas en mi carne, sin compasión, como lento martirio, hiriendo mi piel, provocando el grito de mi garganta que ahoga el llanto de mis ojos y encoge mi corazón y las entrañas se abren y claman.
Claman al silencio en la noche
Claman al tiempo que no avanza
Al abismo debajo de mis pies
Claman al cielo
que termine ya
Que termine ya esta agonía
Qué mis huesos ya no aguantan
la carne que les rodea
Y cae la noche sobre mi
Y ahogo mi dolor en el grito sordo de mi cuerpo.
Sara Gómez Mendiguchía
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