¿Qué soy en este viaje?
Si ni siquiera sé cuándo comenzó.
De repente estoy aquí, aquí matando minutos, distrayendo a la mente porque no sé responder a sus mil preguntas.
Adicta a bailar entre palabras en las madrugadas frías y vacías.
Tiempo e inercia se conjugan en los días que se resisten a pasar sin más y sin embargo pasan, como los ríos sin agua, como las noches sin lunas, como la primavera sin flores...pasan porque el tiempo no se detiene ni a punta de pistola. Ni aunque se lo pida con las entrañas, ni aunque prometa desangrarme cada minuto de tiempo que deje pasar.
No, el tiempo no perdona. No tiene corazón. No da segundas oportunidades. No se recupera. Se pierde en días inertes.
Y mientras nosotros perdemos segundos y ganamos en distancia.
Sin saber si avanzar o quedar atascados en recuerdos del ayer
Y empieza a importarme poco las respuestas y más los hechos consumados que me explican sin palabras mucho más de la vida de lo que cualquier explicación sin acción.
Y el tiempo
Al tiempo me lo como
Y digiero los minutos a mi antojo
Y los segundos
Los segundos los desgasto en besos consentidos o robados, que al fin y al cabo el tiempo es un ladrón de guante blanco y traje negro. Que te persigue hasta la mismísima muerte.
Y sí, no sé aún que hago de bueno o de malo o de nada en este vieje, en esta vida.
Pero ya que estoy,
voy a vivirla
como quiera vivirla
A mi antojo
¿Te vienes?
Sara Gómez Mendiguchía
Foto deJanton Orsett en nuestros talleres Locuos GFF.
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