El es testigo de nuestros anhelos
Es testigo de lo que dejamos por el camino
El tiempo es testigo de lo que nos hace vibrar hoy, que nos hace emocionarnos, que nos hace desear algo con tal ímpetu que no podemos pensar en otra cosa, que no podemos dejarlo para mañana
Pero también es testigo de como todo se aplaca, se diluye y se empieza a olvidar. Toda esa premura que nos hacía saltar, todo eso que estaba en primer lugar al despertarnos y el ultimo pensamiento al acostarnos, empieza a ocupar otros lugares, otros planos. Se convierte en mero recuerdo y poco a poco en algo lejano que ni siquiera ocupa lugar ni tiempo.
El tiempo y el olvido
Que cerca están el uno del otro.
Que fácil el anhelar
Que fácil es acariciar el deseo
Que fácil es olvidar lo que ayer nos removía y nos hacia actuar
Quizá solo somos los actores de una gran obra de teatro a la que hoy todos aplauden y mañana nadie se acuerda que existió
O tal vez, y apuesto por ello, sólo soy el actor secundario de tu película del que nadie se acuerda después, porque apenas existió, apenas tuvo un plano en tu vida.
No lo sé
Sara Gómez Mendiguchia
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