Enterré los sueños bajo un montón de tierra, los abandoné en el sepulcro de las cosas que no han de suceder y traté de esconderlo en olvido.
Pero el olvido es traicionero
Y de repente te encuentras con las manos llenas de tierra y empiezas a escavar en el cementerio de los recuerdos y todos los sueños se escapan de su encierro y vuelan a su antojo a tu alrededor como animas sin cielo, deseosas de ser algo en este mundo de ilusiones y tiempos perdidos, de espacios sin tiempos.
Y ahí estas
De nuevo
Frente a frente contigo mismo
Y con todos los sueños incumplidos
Y por cada sueño una chispa
Y con cada chispa una ilusión
Y esta vez enciendes la bengala de los sueños por cumplir
Porque puede que los sueños sueños sean
Pero yo tengo el poder de hacerlos realidad igual que un día tuve el poder de enterrarlos
Y hoy elegí vivir mis sueños
Y mañana
Y pasado
Y contigo
Sara Gómez Mendiguchia
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