Busco la luna en la noche,
esperando que tú también la observes,
como buscando que me recuerdes
y que los kilómetros que nos separan
se conviertan en centímetros
y vuelvas a acariciar mi erizada piel,
como antaño lo hacías .
Creo ver tu reflejo
y tus ojos ansiando
mis húmedos labios
que te esperan sedientos
como las rosas sedientas al rocío.
En el silencio de la noche
mientras observo nuestra luna
lanzaré una plegaria
a las estrellas que la acompañan
para que sean mis manos
y acaricien tu rostro,
como lo harían mis temblorosas manos
y recojan tus sueños
para ponerlos al lado de los míos.
Sara Gómez Mendiguchía
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