Sentir
Que te acuerdas de mí.
Y no sé explicarlo, pero se siente.
Que en alguna ocasión bailamos la misma canción, aunque fuese en universos paralelos.
Tú allí y yo a dos centímetros de tu pecho.
Tú siempre perfecto y yo con mis pasos imperfectos.
Tú, perfecto como las matemáticas
Yo, imperfecta como los lunes
Que uno más uno son dos y a veces ninguno.
Que tus ojos pueden fundirse con los míos, que tu mano en mi cintura deshace mi cuerpo pero quizá el tuyo no.
Voy a inventar, ahora que no estás, un banco al amanecer que nos llene de confidencias mientras nos cae el frio de las estrellas y apuramos minutos mientras llega el primer café que nos despeje.
Café y la ciudad que se niega a despertar para nosotros.
Y cierro los ojos.
Y ya no estás.
Y ya es mañana.
Sara Gómez Mendiguchía
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