jueves, 10 de septiembre de 2015

Respira

Respira
Respira profundamente
Y cuando exhales deja que toda esa angustia que se instaló en tu vientre salga por fin y te abandone.

Dejamos que tantas cosas nos afecten, a  veces tan desmesuradamente, que una extraña angustia acaba por invadirnos y la noche se hace oscura y cruel sobre nosotros y nuestros ojos no quieren dormir. Y ahí estamos intentado poner orden, llegando a acuerdos entre el corazón y la razón. Recojiendo los añicos en los que se rompió nuestra alma, armando un puzle al que parece faltarle piezas, que no quere encajar.
Y es solo justo antes de amanecer, que por un momento, cierras por fin tus ojos y parece que todo encaja, que hay paz entre tu corazón y la razón...por fin
Y después...despiertas

Sara Gómez  Mendiguchia

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