Naufragar
Que la deriva de este mar de fuego consuma lo poco que queda de mi y mis cenizas al viento tropiecen en tu boca.
Sólo queda un corazón palpitando solitario en la noche oscura de los recuerdos. Solo. Desesperado. Ahuyentando a las hienas que desesperadas de hambre intentan devorar sueños...
Sueños que quieren vivir desde la cuenca de mis ojos, que piden habitar en el reflejo de mi memoria
Un corazón que apenas sostiene un cuerpo roto, roto de dolor, roto de melancolía, roto de esperanza,
Roto de cordura, la cordura que todo lo razona, que todo lo ordena
Y la locura que me hace ser libre
Y de la que todas las noches me adueño para poder seguir alimentando unos pocos pensamientos y que mi corazón lata...lata...y vuelva a emocionarse, a vivir, a soñar y a construir realidades en los relojes de la noche que cuentan horas dobles sin ti y mitades contigo
Y los días son sueños que vivir
Y vivir es un sueño
Y los sueños...
Los sueños son para cumplir
Viviendo aunque sea en naufragio
Sara Gómez Mendiguchia
No hay comentarios:
Publicar un comentario