Me he vuelto invisible.
Ya no dejo que la vida me vea, ya no digo todo lo que pienso.
Ahora hablo poco con la gente y mucho conmigo.
Analizo, entiendo y si hace falta desaparezco.
No pido nada, aunque lo espere todo.
Creo que la paciencia es una virtud que no aplico por igual, me sobra o me falta.
No necesito grandes cosas, aprendí a conformarme y si quiero la luna me fabrico una escalera.
Tenga la calma y el sosiego suficiente para aguantar mis tormentas sin sobresaltarme.
Me refugio en las letras más que en las palabras y si habló mucho es porque conseguiste encontrar un resquicio por el que entrar.
Y camino siempre en la esperanza, solo por si acaso.