miércoles, 24 de diciembre de 2025

Me he vuelto invisible. 
Ya no dejo que la vida me vea, ya no digo todo lo que pienso. 
Ahora hablo poco con la gente y mucho conmigo. 
Analizo, entiendo y si hace falta desaparezco. 
No pido nada, aunque lo espere todo. 
Creo que la paciencia es una virtud que no aplico por igual, me sobra o me falta. 
No necesito grandes cosas, aprendí a conformarme y si quiero la luna me fabrico una escalera. 
Tenga la calma y el sosiego suficiente para aguantar mis tormentas sin sobresaltarme.
Me refugio en las letras más que en las palabras y si habló mucho es porque conseguiste encontrar un resquicio por el que entrar.
Y camino siempre en la esperanza, solo por si acaso. 

Sara G. Mendiguchia