En mi soledad
Cuando las mariposas duermen
Mis ojos te ven
Mis manos tocan tu blanca piel
Tu torso se hace cercano
Tan cercano que se une al mio
Y nuestra piel juega a descubrirse
A destaparse
A juntarse
Y nuestras manos
recorren nuestros cuerpos
cómo si no hubiese mañana,
cómo si al amanecer esta magia se esfumara
y ya no fuéramos más
Y nuestros labios
ansían la miel con la premura del deseo
que quiso hacerse real
Y ahora que nuestra piel destila gotas de placer
y nuestra respiración agitada
se convierte en grito
Sí
Sí
Es es ahora cuando solo somos uno
En nuestra soledad
Sara G. Mendiguchia
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