sábado, 26 de septiembre de 2015

Cuando las mariposas duermen

En mi soledad
Cuando las mariposas duermen
Mis ojos te ven
Mis manos tocan tu blanca piel
Tu torso se hace cercano
Tan cercano que se une al mio
Y nuestra piel juega a descubrirse
A destaparse
A juntarse
Y nuestras manos
recorren nuestros cuerpos 
cómo si no hubiese mañana,
cómo si al amanecer esta magia se esfumara
y ya no fuéramos más
Y nuestros labios
ansían la miel con la premura del deseo
que quiso hacerse real
Y ahora que nuestra piel destila gotas de placer
y nuestra respiración agitada
se convierte en grito


Es es ahora cuando solo somos uno
En nuestra soledad

Sara G. Mendiguchia

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