Cuando la muerte te asalta y te rompe en pedazos, hace de ti una fuente de lágrimas, la cenizas de tantas muertes caen sobre tus manos y se desbordan entre suspiros, llantos y desesperación y de repente te sientes madre y padre, hermano, hijo, amigo, abuelo...te haces persona...sí. La que siente, la que padece, la que le aflige tanto dolor.
Y no sé si lo entiendo o no. No sé si puedo comprender a este mundo tan cruel. Yo ya no entiendo de porqués, yo no entiendo la muerte de tanta gente inocente.
No entiendo las muertes en el Líbano
No entiendo las muertes en Siria
No entiendo las muertes en París
No entiendo las muertes inocentes...
No
No lo entiendo
Sara Gómez Mendiguchia
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