Como las gotas de agua que caen sin casi ser percibidas, tan bellas, tan inocentes, tan leves sobre la piel, tan tenues...
Y caen sobre el suelo y lo inundan de a pocos y de a pocos llenan ríos y todo lo calan y todo lo llenan y llegan a las fuentes de las que bebo y al mar inmenso.
Y de una gota inocente se lleno el mar
Y así
Así llegaste tú
Como gota inocente
Y llenaste mi corazón
Como se lleno el mar
Casi sin notarlo
Sin poder evitarlo
Tú mi gota
Mi invasión
Mi mar eterno
Que caló mi alma
Y llenó mi corazón.
Sara Gómez Mendiguchia
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