¿De quién escapan mis fantasmas?
Sí, huyen y no sé de qué o de quién.
Y yo con ellos
O ellos arrastrando de mi
Siempre pegados a mis talones.
Hablando en mi espalda de daltonismos y contradicciones. Están locos. Locos de atar. Pero a veces parecen tan cuerdos que acabo dándoles la razón y acabo pagando mis deudas con la vida, aunque no sepa distinguir los colores en los que se presentó.
Y luego los ignoro
Nos ignoramos
Un tiempo
El tiempo suficiente
Para existir en paz
Para creer que no estoy loca
y que está tierra en la que vivo no es un maldito manicomio.
Pastillas para los cuerdos
Sueños para los locos
Sara Gómez Mendiguchía
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