Cuando pienso en no volver.
Que el invierno se instaló en mi regazo.
Y las incertidumbres invaden mi cabeza.
Todos los miedos se alían y me amenazan de frente, de costado y por todos los huecos abiertos y absurdos de mi mente quebradiza.
Y sin embargo nunca te he esperado tanto, nunca he deseado tanto tu presencia, me atreveré una vez más a alcanzar el sabor de tu boca.
Un paso más o dos o tres,
si consigo deshacerme de estos complejos idiotas que me acompañan.
Mi recuerdo es tu presencia y el tiempo que se nos esfuma en palabras y caricias.
Tal vez cuando vuelva decidas no estar.
Tal vez no es casualidad
¿Quién lo sabe?
Desearlo puede que baste.
O no.
Y mientras tú esperas mi presencia yo soborno a mi carcelero mental que deje la puerta abierta solo esta noche.
Solo esta noche
Y volvamos.
Sara Gómez Mendiguchía
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