viernes, 12 de diciembre de 2025

RATOS DE TI

La vida es lo que transcurre entre montones de ratos. 
Ratos en forma de recuerdos que se amontonan entre el corazón, el alma y el olvido. 
A ratos felices. 
A ratos en cachos y a pedazos pero siempre resucitando. 
Ratos de ternura inesperada que no quiere ser olvidada. 
Ratos exultante y otros en duelo. 

Da igual porque eso es la vida. 

Ratos de memoria. 

Sara G. Mendiguchia
(A ti tía Consuelo, por tus ratos a mi lado) 

jueves, 11 de diciembre de 2025

Sueños

Somos aquello con lo que construimos los sueños. 
Casi nada es posible si antes no lo has soñado, no lo has imaginado, si tu corazón no lo ha tocado antes. 
Construimos realidades a base de sueños. 
Se lo pedimos al universo, a la luna, al cielo o a nadie, pero lo llevamos dentro. Incluso cuando lo desechamos en nuestra mente, sigue ahí, albergando realidades por contemplar, consciente o inconscientemente. 
Sí, todos lo hacemos. 
Así que soñemos un ratito y que el tiempo nos lo muestre. 


Sara G. Mendiguchia


martes, 9 de diciembre de 2025

Intuición

No sabéis lo que me rompe darme la razón. 
Cuando la intuición no me falla y veo venir las cosas. 
Y no es la intuición
y no son las cosas. 
Es cuando suceden tal como lo piensas y esa sensación entre el coraje por saberlo y la esperanza de equivocarse. 
Mientras, las cosas suceden... 
Intuyes, te resistes, piensas que sólo es tu imaginación, sacas la dualidad a pasear un rato por tu cabeza, 
si, 
no, 
tal vez... 

Pero ya hay mucha vida en esta vida... 


Sara G. Mendiguchia


lunes, 8 de diciembre de 2025

Sin explicación

Hay veces que no se puede explicar lo que te hace sentir dos palabras. 
Solo dos palabras. 
Y todo empieza a revolotear entre la razón y el corazon. 
Y todas las preguntas se atropellan queriendo salir todas a la vez, pero están tan desordenadas que no alcanzan a ser pronunciadas. 
Y tratas de poner orden en medio de un huracán, con la cabeza dando vueltas sin control y el corazón en el vórtice. 

¿Lo grito o lo guardo? 


Sara G. Mendiguchia


jueves, 4 de diciembre de 2025

SIN PRISA

No tengo prisa. 
Ya no. 
El tiempo me guardó pedacitos de recuerdos que atesoro en mi mente. 
Ya me enseñó a no perderme por senderos de barro y lodo, a no buscar caminos apresurados que no llevan a ningún lado. 
Que somos polvo de estrellas perdidos en el tiempo del universo. Solo eso. 
La vida me enseñó a no tener prisa, a disfrutar del camino, que lo que es para ti te buscará. 
Que con calma en el alma todo sucede más dulce, como cuando te pierdes infinitamente en los ojos de alguien. 
A disfrutar del paisaje. 
Que todo pasa pero también todo llega. 
Que el sol sale todos los días y que la luna también alumbra. 
Que pasado, presente y futuro también es hoy. 

Vivir en el ahora. 


Sara G. Mendiguchia

domingo, 23 de noviembre de 2025

Nubes

Tengo una nube de pensamientos en la mente
Esperando pacientes
Esperando que los ordene
Que les ponga cordura
Que se encuentren con la razón, con el corazón, con el alma, con la piel
Que se recompongan y se alien 
Porque la piel pide lo que el alma siente
Porque la razón y el corazón laten en asistolia
Y lo mismo me axfisian que me desatan 
Este cuerpo olvidado de pasiones porque las creía inexistentes, olvidadas, el el baúl donde suelo guardar lo que no he confesado. 
Porque si te digo lo que mi imaginación es capaz de hacer con tus manos
Mi imaginación y tú
Me calma y me desordena 
Todo a la vez


Sara G. Mendiguchia

Detrás de las nubes

A veces las nubes no nos dejan ver las estrellas y el sol se oculta tras una inmensa lluvia.
Los días pasan cubiertos por una intensa niebla que asola tu mundo. Das pasos sin saber donde van a caer tus pies, tan cansados de caminos inciertos, de senderos de barro y piedras...las mismas piedras de ayer.
Y el agua de la niebla un día más entumece tu cuerpo y penetra hasta el mismisimo tuétano haciéndolo temblar un día más.
Y sabes que todo está ahí, está, aunque no lo vea.
Que cada noche las estrellas y la luna salen marcando caminos ajenos.
Que cada día el sol vuelve a calentar cuerpos que no son el mío.
Todo es tan gris hoy...
Solo hoy...
Porque la niebla que todo lo invadió, mañana se desvanecerá con el primer soplo de calor del nuevo amanecer.
Ese fuego tan lejano secará mis huesos y volveré a la vida.
Y un nuevo mundo ya sin tí, más libiano, más claro, más cierto, ha de llegar.
Y ahora la paz, mi paz, no será un espejismo que vislumbrar cada anochecer para poder sobrevivir.

Paz.
Que poco y chiquita la palabra.
Que grande cuando la alcanzas.

Feliz lunes.

Sara Gomez Mendiguchia

PIEL

Cuan la piel habla lo que el alma esconde
Las emociones salen a borbotones por los poros de la piel y la suave espiración atrapa lo que la mente no se atreve a pronunciar
La respiración contenida mientras la intuición hace el resto. 
Un no sé qué que te atraviesa el pecho y encoge el estomago. 
La noche fría se convierte en cobija de un alma inquieta
Mientras el cuerpo espera respuestas a preguntas, aún no expuestas. 

Y tu voz en la mañana hace estremecer el cuerpo y abriga el alma. 


Dejemos que hable... 

Sara G. Mendiguchia

DIAS

Hoy al despertar la inquietud se apoderó de mí. Realmente no ha pasado nada, hacia tanto que no pasaba nada que ya no lo recordaba. 
Las agujas del reloj marcando minutos, horas, días, girando impasibles. Y tú te acostumbras. 
Te acostumbras a soñar en soledad 
A los amaneces  sordos de compañia
A los atardeceres precediendo noches tranquilas
Y a los sueños eternos que anuncian amaneceres. 

Y la vida gira sobre si como la tierra al sol
Casi sin percibirlo
Sin sentirlo 
Sin escucharlo

Y te acostumbras 

Y un día por casualidad escuchas antes a tu corazón que a la razón 

Y no sabes porqué

Te dejas llevar

Te deshaces de la coraza con la que sales a caminar, 
le robas valor al miedo, 
esperanza a la incertidumbre, 
arrojo a la cobardía 

Y la vida se vuelve a mostrar ente ti 
Te sorprende
Te invade 
Te provoca 
Te enciende 

Y... 
El cuerpo lo siente
Lo ve
Lo sabe
Lo vibra
Lo huele
Lo imagina
Lo acaricia
Lo anhela

Y no lo evita. 





Sara G. Mendiguchia

sábado, 22 de noviembre de 2025

Nunkaranasia

La noche cae, como cada día.
Y mientras el otoño avanza, la oscuridad se hace presente un poco antes cada día, ganando minutos al día, dejando que el sol acaricie un poco menos nuestros cuerpos.
Y con la noche llegan los pensamientos y todo se hace más presente, adquiere una magnificiencia casi insalvable y cae como losas sobre el alma ya cansada de tanto batallar en guerras impuestas sin saber siquiera en nombre de quien o de qué se decidió la batalla.
Y la noche avanza certera en incertidumbres, desangrando cuerpos en los que ya no queda casi nada por derramar o eso parece, porque mañana volverá por si acaso quedo un resquicio de vida o esperanza, por si acaso no te ahogaste con las lagrimas de la noche anterior, por si acaso no fue suficiente.
Pero da igual. Da igual cúan grande sea la losa con la que aplaste la noche, da igual si las lagrimas nos ahogaron o si nos desangramos en delirios de desesperación.
La mañana llegará y el sol siempre gana, lavanta losas con el soplo de la primera brisa del amanecer, seca lagrimas que ayer imnundaban almuadas y las guerras, antaño insalvables, solo son batallas de otra alma que ya no interesan.
Y todo nace de nuevo cada amanecer y lo transforma, la desesperanza en esperanza, las puertas se abren y hasta el corazón ya en asistolia vuelve a su ser.
Que la noche no nos aplaste.
Que el amanecer nos resucite.

Nankurunaisa

Buenas noches.

Sara Gomez Mendiguchia.

viernes, 21 de noviembre de 2025

PERDERSE

Me gusta perderme
Perderme, olvidarme de caminos predeterminados, de senderos pisados y transeúntes espectactes queriendo la foto, la misma foto, la misma esquina, la misma pose. 

Quiero perderme y encontrar aquello que a nadie le llamó la atención, quiero la foto que no se repetirá, quiero un beso en la esquina perdida de tus ojos. 

Quiero la sorpresa que nadie adivinó
Quiero el café y las manos inquietas no sabiendo que hacer
Recorrer el camino entre tus pupilas y tu boca
Quiero lo que no dices cuando hablas
Adivinar el gesto y esa microexpresión de la no eres consciente. 

         Sí... me gusta perderme. 


Sara G. Mendiguchia