Pasan los días con cuidado
casi de puntillas
para no sufrirlos demasiado.
Pasan los días, los grises, los claros
pasan despacio y en silencio
de ese modo las agujas del reloj
estarán de nuestro lado.
Cuando nos encontremos de nuevo
no existirá la tristeza,
casi no habremos sentido
al filo de la ausencia
y será como si los dos cuerpos
hubieran aplazado una cita
y está por fin se hubiera cumplido.
Sara Gomez Mendiguchia